Trastornos del estado de ánimo

Los trastornos del estado de ánimo son alteraciones del humor, es decir, de cómo nos sentimos en el día a día y pueden deberse a varias circunstancias, aunque a veces no sean fáciles de determinar. Entre ellas pueden estar:

  • Experimentar de forma continua situaciones desagradables sin posibilidad de escapar de ellas o eliminarlas.

  • Vivir una pérdida significativa o la acumulación de pequeñas pérdidas.

  • Estar aislado o no tener suficientes relaciones sociales.

  • Tener difícil acceso a actividades agradables.

  • El agotamiento por estrés sostenido en el tiempo.

  • Sentir que se está involucrado en algo que supone mucho esfuerzo pero proporciona poco beneficio o refuerzo.

  • Cambios vitales que suponen la modificación de hábitos y rutinas.

Los trastornos que más suelo ver en consulta son los siguientes:

Depresión

Desde un modelo contextual, la depresión no es algo que uno tiene, según a menudo se da a entender, como si uno tuviera dentro de sí mismo una condición patógena (un desequilibrio neuroquímico o un déficit en el funcionamiento psicológico) sino que es una situación en la que uno está, normalmente caracterizada por la falta de alicientes que hasta ahora eran importantes.

El trastorno depresivo se caracteriza por tener un bajo estado de ánimo significativo durante gran parte del día, casi todos los días, y la perdida de interés o de disfrute de actividades que antes si se disfrutaban.

Estas dos características suelen ir acompañadas de alguno de los siguientes síntomas, que pueden ser diferentes en cada persona, pero que suelen darse a diario o casi todos los días y que interfieren significativamente con el adecuado desarrollo de las actividades cotidianas:

  • Pérdida / aumento de peso, o pérdida / aumento del apetito.

  • Insomnio o hipersomnia.

  • Agitación o enlentecimiento psicomotores (observable por los demás)

  • Fatiga o pérdida de energía.

  • Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados.

  • Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión.

  • Pensamientos recurrentes sobre la muerte, ideación suicida recurrente sin un plan específico, intentos de suicidio o un plan específico para ello.

Altibajos significativos

En ocasiones no llegamos a desarrollar un trastorno depresivo pero experimentamos bajones de ánimo recurrentes y/o sin motivo aparente.

Estos altibajos pueden ir acompañados de sintomatología depresiva y/o ansiosa y resulta difícil gestionarlos o volver a tener cierta estabilidad.

*Tener altibajos emocionales es totalmente normal, el problema viene cuando dichos altibajos empiezan a ser muy recurrentes, difíciles de sobrellevar o interfieren de forma significativa en diferentes áreas vitales o en el desarrollo de nuestro día a día.

Irritabilidad

La irritabilidad es una respuesta a determinadas situaciones en las que nos sentimos frustrados o amenazados de alguna manera.

Es un estado emocional caracterizado por un menor control sobre el temperamento que generalmente ocasiona arrebatos verbales o de comportamiento.

Cuando estamos irritables solemos experimentar:

  • Un estado de ánimo malhumorado.

  • Sentimientos de frustración ante cosas sin aparente importancia

  • Tendencia a reaccionar a través de la ira.

  • Mala reacción hacia las personas que nos rodean.

  • Interpretaciones de las situaciones cotidianas como negativas o “en nuestra contra”.

  • Continua sensación de que las cosas no son como deberían ser o como nos gustaría que fueran.

*La irritabilidad, al igual que los altibajos, es una respuesta normal en algunas etapas de nuestra vida, el problema surge cuando dicho estado de ánimo se mantiene en el tiempo y provoca un malestar significativo y limitante.

Otras áreas terapéuticas

Problemas en las relaciones personales

Crecimiento personal