Trastornos de ansiedad

La ansiedad es una respuesta normal, adaptativa del ser humano y muy útil ya que es una reacción defensiva ante un peligro. Esta reacción es necesaria para que nuestro cuerpo se active y desarrollemos conductas dirigidas a la supervivencia.

El problema es que en los trastornos de ansiedad esta reacción aparece en situaciones y momentos en los que no es necesaria ya que no existe un peligro real al que hacer frente. Esto hace que dicha respuesta sea desadaptativa y que dificulte nuestro día a día.

La sintomatología que suele acompañar a este tipo de problemas es muy variada y depende de cada persona, pero se puede llegar a sentir desde una sensación de nerviosismo continuo hasta ataques de pánico.

*Estos síntomas pueden acompañarnos de vez en cuando sin que signifique que tenemos un trastorno de ansiedad, el problema viene cuando el malestar es clínicamente significativo, es decir, cuando interfiere en nuestra vida diaria y nos dificulta nuestro desarrollo en las diferentes áreas de nuestra vida (personal, laboral, social, etc.).

A continuación te explico los trastornos de ansiedad más recurrentes y su sintomatología asociada.

Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)

Se caracteriza por convivir con una sensación de ansiedad y preocupación excesivas sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades cotidianas.

Suele resultar bastante difícil controlar este estado de constante preocupación.

La sintomatología varía en cada persona, pero se puede experimentar:

  • Inquietud o impaciencia

  • Fatiga recurrente

  • Dificultad para concentrarse o llevar a cabo tareas sencillas

  • Irritabilidad

  • Tensión muscular

  • Alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño, o sensación al despertarse de sueño no reparador)

Trastorno de Angustia (con o sin agorafobia)

Los trastornos de angustia se caracterizan por:

  • La aparición recurrente de crisis de angustia, también conocidas como ataques de pánico o ataques de ansiedad.

  • Sensación de inquietud persistente ante la posibilidad de tener más crisis (hipervigilancia).

  • Preocupación por las implicaciones de la crisis o sus consecuencias (perder el control, sufrir un infarto, “volverse loco”).

  • Se da un cambio significativo del comportamiento de la persona, la vida empieza a girar en torno a la posibilidad de que aparezca una crisis.

Una crisis de angustia consiste en la aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de una variedad de síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos. Los síntomas que pueden aparecer varían en cada persona y son los siguientes:

  • Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca

  • Sudoración

  • Temblores o sacudidas

  • Sensación de ahogo o falta de aliento

  • Sensación de atragantarse

  • Presión o malestar torácico

  • Náuseas o molestias abdominales

  • Inestabilidad, mareo o desmayo

  • Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (sentir que se está fuera o  separado de uno mismo)

  • Miedo a perder el control o volverse loco

  • Miedo a morir

  • Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)

  • Escalofríos o sofocaciones

El trastorno de angustia puede ir acompañado o no de agorafobia. La agorafobia es la aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil (o embarazoso) o donde, en el caso de aparecer una crisis de angustia inesperada o síntomas similares a la angustia, puede no disponerse de ayuda. Estas situaciones acaban siendo evitadas, se resisten a costa de un malestar o ansiedad significativos o se hace indispensable la presencia de un conocido para soportarlas.

Trastorno Adaptativos o de Estrés

El estrés, como la ansiedad, es una respuesta que puede llegar a ser adaptativa o desadaptativa. Suelen darse en etapas en las que necesitamos adaptarnos a un cambio o entorno nuevo o en situaciones que nos son difíciles de gestionar. Hay dos tipos de estrés:

  • Eustrés: es el llamado estrés funcional o positivo. Es una respuesta natural que surge cuando tenemos que hacer frente a una situación que consideramos difícil y que requiere una activación y un esfuerzo elevado por nuestra parte (un examen, una entrevista de trabajo, un evento importante, etc.). Es normal sentirlo y además es una respuesta que nos permite una buena adaptación a la situación.

  • Distrés: es el estrés disfuncional o negativo. Es una respuesta de activación elevada o continua ante situaciones que nos superan. Suele provocar cansancio, fatiga y desgaste emocional.

Los problemas de estrés se caracterizan por la aparición de síntomas emocionales o comportamentales en respuesta a una situación estresante.

Estos síntomas se caracterizan por suponer un malestar mayor de lo esperable en respuesta a la situación estresante y por un deterioro significativo de la actividad social o laboral/académica.

Otras áreas terapéuticas

Problemas en las relaciones personales

Crecimiento personal