Según la RAE un problema es una cuestión que se trata de aclarar, una proposición o dificultad de solución dudosa, un disgusto, preocupación, o un conjunto de hechos o circunstancias que dificultan la consecución de algún fin.
Todo el mundo tiene problemas, aunque no todo el mundo sabe solucionarlos de forma efectiva. También influye el tipo de situación del que se trate o la dificultad o incapacidad para encontrar soluciones. En esta publicación expongo una técnica que, aunque parezca muy rígida o simplista, podría ayudar a solucionar determinadas situaciones problemáticas.
Consiste en llevar a cabo los siguientes pasos:
1º Paso: Especificar el problema
En primer lugar debemos saber si realmente es un problema o no para mi y detectar en qué medida lo es en función del malestar que provoca. Se podría utilizar un sistema de valores como el siguiente: No me molesta o afecta en absoluto / Me molesta o afecta un poco / Me molesta o afecta bastante / Me molesta o afecta mucho.
2º Paso: Perfilar la respuesta
Consiste en obtener información más concreta y detallada de la situación. Podemos ayudarnos con preguntas como las siguientes:
- ¿Quién está implicado?
- ¿Qué sucede, qué ha sucedido o dejado de suceder, qué le molesta?, ¿Dónde sucede?
- ¿Cuándo sucede, durante cuánto tiempo y cuantas veces?, ¿Cómo sucede?
- ¿Por qué sucede? (razones que justifican el problema en el momento en que se presenta)
- ¿Qué hago?, ¿Por qué lo hago?, ¿Dónde lo hago?, ¿Cuándo lo hago?, ¿Cómo lo hago?
- ¿Cómo me siento después?, ¿Cuáles son las consecuencias?
- ¿Qué quiero conseguir? (objetivos que si se cumplieran, significarían que el problema está solucionado).
3º Paso: Hacer lista de alternativas
Para desarrollar la lista es importante que se excluyen las críticas y que se escriba cualquier idea nueva o posible solución sin juzgar si es buena o mala (por lo menos de momento). Todo vale por lo que no hay ideas disparatadas o extrañas. Cuantas más ideas se produzcan, mayor es la probabilidad de tener algunas buenas. Las ideas generales deben dividirse en ideas más concretas, es decir, en acciones específicas para poder llevar a cabo más adelante.
4º Paso: Valorar las consecuencias
Seleccionar las estrategias más prometedoras y evaluar las consecuencias que se obtendrían en el caso de ponerlas en práctica. Este es el momento en el que podríamos unir diferentes alternativas si consideramos que son complementarias. Es conveniente analizar las consecuencias tanto positivas como negativas. Algunas de las preguntas que ayudan en este paso son:
- ¿Cómo afectaría en lo que usted siente, necesita o quiere el hecho de poner en práctica cada estrategia?
- ¿De qué manera cambiaría su vida? (Tanto positiva como negativamente)
- ¿Cómo afectaría a las personas conocidas? ¿Cómo reaccionarían?
- ¿Cómo afectaría a la propia vida en este momento, el próximo mes, el próximo año? (consecuencias a corto, medio y largo plazo)
Después de la valoración, se seleccionará la estrategia que más consecuencias positivas y menos negativas tenga y se pensará como llevarla a la práctica.
5º Paso: Evaluar los resultados
Una vez que se haya intentado la respuesta nueva, se deberán observar las consecuencias reales obtenidas. ¿Suceden las cosas tal como estaban previstas?, ¿Se está satisfecho con los resultados obtenidos? (si es mejor que la respuesta inicial, si se ha solucionado el problema).
Si el resultado no es satisfactorio, habría que volver a considerar la lista de estrategias creada en el paso anterior. Se pueden pensar más ideas o bien seleccionar una o más estrategias que anteriormente se habían despreciado. Se pueden repetir los pasos 3, 4 y 5 del procedimiento de solución de problemas tantas veces como sea necesario hasta encontrar una solución eficaz.
*** Muchas veces nos agobiamos o estresamos por que hemos actuado de una manera determinada sin haber resuelto el problema y sin poder volver atrás. NO PASA NADA. Todo en la vida tiene solución. No podemos volver al pasado pero sí podemos volver a proponer alternativas para seguir adelante y seguir resolviendo los problemas que se nos puedan presentar.