Son muchas las ocasiones en las que uno o varios pensamientos nos invaden minuto tras minuto, día tras día, y lo único que queremos es dejar de pensar en ello. Lo intentamos con todas nuestras fuerzas y a veces supone una lucha realmente dura y agotadora.
¿Es posible eliminar pensamientos?
Lamentablemente la aparición de pensamientos en nuestra cabeza es algo imposible de controlar, si aparecen aparecen, y no hay forma de evitar que esto ocurra. Lo mismo ocurre cuando queremos eliminarlos, curiosamente cuánto más intentamos eliminar un pensamiento parece que vuelve con más fuerza. El problema no está en su aparición más o menos recurrente si no en la forma que tenemos de responder y de relacionarnos con ellos.
Las estrategias que solemos utilizar son intentar no pensar en ello, pelearnos con su contenido e intentar cambiarlo por algo más positivo o hacer lo posible para que desaparezcan y no vuelvan más. Pero lo único que conseguimos es que continúen ahí y hayamos dedicado todo nuestro esfuerzo y nuestras energías en ello, quedándonos agotados e incluso enfadados o frustrados.
¿Por qué ocurre esto?
Cuando intentamos no pensar en algo lo hacemos siguiendo la regla verbal «no pienses en X», pero tal regla ya contiene «X» por lo que inevitablemente ya estás pensando en eso.
De esta forma cuanto intentamos eliminar un pensamiento no solo debemos no pensar en ello sino que también tenemos que recordar por qué lo hacemos. Dicho de otra forma, ¿cómo podríamos saber que llevamos un tiempo sin pensar en ello? Justo cuando nos hacemos esta pregunta y para poder responderla es necesario pensar en aquello que llevamos tiempo sin pensar, pero que a la vez es en lo que no queremos volver a pensar, por lo que estaríamos metidos en una trampa.
Por ello, es prácticamente imposible dejar de pensar en algo voluntariamente.
¿Qué podemos hacer entonces?
Una estrategia más flexible y saludable ante esos indeseados pensamientos es dejarlos estar cuando aparezcan, como cuando escuchas una canción o tienes la televisión puesta de fondo mientras haces otra cosa. No pasa nada porque el pensamiento te acompañe o se repita continuamente en tu cabeza, no te preocupes ni te culpes. Simplemente date cuenta de cómo roban tu atención en un primer momento y, amablemente, mira a ver si puedes llevar tu atención a otra cosa que estés haciendo en ese momento y que sea más importante para ti.
Puedes acceder a esta explicación que acabo de darte en este vídeo:
Si te encuentras en una situación en la que tus pensamientos interfieren de forma significativa en tu vida, haciendo que no disfrutes de las cosas que son importantes para ti, o simplemente ves que tu día a día gira en torno a ello, quizás es recomendable que busques ayuda profesional para crear nuevas estrategias que te permitan recuperar las riendas de tu vida.