«Lo fácil ya lo hice, lo difícil lo estoy haciendo y lo imposible, me tardaré, pero lo lograré»

Esta frase la leí hace tiempo en las redes sociales y pensé en poder comentarla. La verdad es que suena muy motivadora e inspiradora, pero lejos de todo eso lleva implícito un mensaje que podría llegar a ser muy tóxico y dañino.

¿Por qué puede ser tóxico?

Vivimos en una sociedad en la que se admira y se premia la lucha contra todo aquello que se nos complica, ya sea el trabajo, las relaciones personales, la salud… Somos unos guerreros y nos refuerza pensar que podemos lugar contra cualquier cosa y, por supuesto, ganar la batalla. Pero, ¿qué pasa cuando luchar no es suficiente? O peor aún, ¿qué pasa cuando luchar se vuelve más problemático que no hacerlo?

Cuando vemos películas y escuchamos canciones que hablan cobre como conseguir lo imposible es inevitable contagiarse de esa ilusión y de esas ganas de lograrlo. Pero te digo un secreto… “Si al final se consigue aquello que era imposible es que, al fin y al cabo, era posible”.

Una cosa es que percibamos las cosas como imposibles y otra es que lo sean. Es importante que esto se diferencie ya que de la percepción personal a la realidad objetiva hay una brecha llamada POSIBILIDAD.

El mayor problema de seguir reglas como “el que la sigue la consigue”, “todo esfuerzo tiene su recompensa”, “lo imposible tardará más, pero se logrará”, corremos el gran riesgo de entrar en un bucle de insatisfacción, frustración e infelicidad. Lamentablemente, en la vida hay cosas que de verdad son imposibles, las cuales no pueden conseguirse independientemente del esfuerzo o empeño que pongamos en ello. Quedarse enganchado en este tipo de deseos, por muy inspiradores que sean, podría llegar a perjudicarnos más de lo que pensamos.

Y entonces es cuándo…

Muchas personas mantienen su vida atascada por el hecho de intentar conseguir eso que se han propuesto y que quizás no sea posible, haciendo que dejen de lado otras áreas o aspectos de su vida que podrían hacer que fuese más valiosa y significativa.

Algo que que se debería tener en cuenta es detectar esa fina diferencia entre lo que se puede conseguir y, por tanto, ir a por ello, y lo que no puede cambiarse o conseguirse y que tendremos que aprender a aceptar, para que no interfiera de forma tan negativa en el desarrollo de nuestra vida.

¿Algún consejo?

Vigila que es lo que estás persiguiendo, se consciente de tus capacidades y tus límites, aprende a aceptar la realidad tal cual es, y permite dirigir tu vida hacia lo que realmente importa y realmente es posible.

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